lunes, 25 de junio de 2012

En vez de caminar, a veces corremos. La impaciencia no entiende al tiempo. El tiempo parece no comprender a la desesperación. Desesperación en todas partes. Por qué buscar en lugares inalcanzables. Puede estar mirándote desde una esquina, enfrente de tu casa o al lado tuyo. Desesperación por no decir impotencia. Es inútil cuestionarse tantas cosas. Y escaparse, no es la solución. Ganas de gritar, llorar, encerrarte, que nadie te observe. Sin embargo, tenés la obligación de cambiar esa realidad.
*
Y corremos,
corremos,
corremos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario